miércoles, 13 de marzo de 2013

7 Consejos para cuando un negocio no funciona

Una reflexión profunda de como hacemos las cosas puede marcar la diferencia entre un proyecto que vive o muere.


Muchas veces, cuando un negocio no va todo lo bien que se quiere, el emprendedor, piensa que lo más fácil es liquidar la empresa, sin pararse a pensar ¿por qué no funciona?
  
Cuando a un pequeño empresario se la pasa por la cabeza la idea de liquidar o cerrar su pyme, se suele ocurrir al tópico, a la hora de hacer un análisis, de maximización de ingresos y reducción de gastos. Si esto se cumple, el negocio irá bien. Si no se cumple, el negocio irá mal. Pero esto es teoría, a veces la práctica no nos lleva a lo que dice la teoría, de ahí que queramos dejaros varios consejos:

1. El primer paso para una buena decisión de negocio es reducir el nivel de incertidumbre. Tenemos que trabajar los datos para una toma de decisiones de forma racional.

2. Los criterios personales deben de ser un criterio más al hay que darles un peso razonable en la toma de decisiones.

3. ¿No funciona parte del negocio o el negocio entero? Si lo analizamos eliminando la paja del grano, seguramente encontraremos que nuestra pyme tiene varios subnegocios, de los cuales algunos funcionan y otros no. ¿Por qué eliminar el negocio entero cuando parte de él sí funciona? ¿Por qué no readaptar el negocio? Dejar lo que funciona y analizar lo que no funciona.
Cuando trabajamos dentro de un negocio con varios negocios a la vez tenemos que ver que es posible que cada negocio tenga un modelo y un punto de equilibrio distinto. Habría que ver los resultados de cada uno para ver qué es rentable y en base a esa información, maximizar, potenciar y rentabilizar los distintos aspectos.
Cuando tienes síntomas hay que ubicarlos en una parte de la empresa, concretar el problema. Hay que seccionar, se deber ir de lo particular a lo general, incluso en las empresas de un solo producto. No es lo mismo un problema administrativo que uno comercial.

4. ¿Funcionan las personas? Esto es como en el fútbol,  lo primero que se hace es destituir al entrenador creyendo que con ello el problema queda solucionado, pero ¿y los futbolistas o los dirigentes? ¿están haciendo todo lo que pueden? Apliquemos esto al negocio, no le cortemos la cabeza al modelo de negocio, muchas veces no es este el problema, sino las personas. De hecho hay quien dice que no hay negocio malo sino malos gestores o malos planteamientos.

5. En los negocios no se pueden hacer las cosas por impulsos, por amor propio, hay que hacer planteamientos verdaderos de negocios y hacer un estricto plan de acción, si no al final ni se gestiona ni se controla. Hay que hacer un análisis de negocio exhaustivo para ver si es negocio o no.

6. En los negocios debemos tomar los hechos y no juicios, prejuicios y sensaciones que tengamos del mismo; analizar con datos reales. El análisis nos ayuda a pasar de lo aparente a lo importante.

7. No deberímos delegar o subcontratar los diagnósticos de nuestros negocios, somos nosotros los que debemos hacer el diagnóstico. Hay que analizar bien porque a veces hay pérdidas ocultas.