No vamos a negarlo: Android es uno de los sistemas operativos móviles
más importantes del momento. Cuenta con el beneficio de poder ser
accesible a través de dispositivos de diferentes marcas, actualizaciones
frecuentes, y un interesante mercado de aplicaciones que, con la seguridad
mejorada, es capaz de hacerle competencia a la App Store. Pero uno de
los problemas más grandes que enfrenta actualmente Android es el de la fragmentación.
¿A qué nos referimos con fragmentación? Con la cantidad de versiones
presentes no es de sorprender que algunas personas todavía sigan
utilizando versiones anteriores que hacen que sus teléfonos sean incompatibles con algunas de las aplicaciones más nuevas y útiles
que se encuentran en Google Play. ¿Qué pasa cuando algunos usuarios no
pueden actualizar, no por responsabilidad suya, sino por un retraso en
todo este sistema?
En principio, todo es un daño significativo. Las marcas pierden su
reputación, así como también sus equipos. Los desarrolladores se ven
limitados a la hora de poder hacer cosas nuevas. Los usuarios no pueden
descargar apps que realmente quieren y por ende, no están haciendo el
uso que deberían de su teléfono. Y mientras tanto, apenas algunos meses
después de que Ice Cream Sandwich se haga disponible, los rumores de una
versión 5.0 o Jelly Bean se hacen cada vez más fuertes. Hasta ya se está hablando de Android 6.
Las ROM de Samsung pululan por todo internet y nos dan una
multiplicidad de opciones que, sin embargo, no son ideales para el
usuario promedio que tendría problemas para saber cómo “rootear” su
teléfono. Con las ganas de actualizar el sistema operativo a la última
versión, estaríamos corriendo el riesgo (como usuarios inexpertos) de
dañar partes importantes del equipo y perder nuestro smartphone para
siempre. No pasa en la mayoría de los casos, pero puede pasar en manos
desacostumbradas.
¿Entonces? ¿Cuál es la solución? Android no va a dejar de lanzar sus
actualizaciones porque entonces no tendría razón de ser, la tecnología
tiene que seguir avanzando. Aunque sus versiones anteriores y
funcionalidades podrían tener algunas mejoras, vamos a necesitar
eventualmente tener que actualizar el equipo. Smartphones con Froyo, por
ejemplo, no tardarán en volverse obsoletos.
Los desarrolladores de Android también no la pasan exactamente bien.
Crear una aplicación para uno de estos dispositivos significa hacerla
compatible con una multitud de marcas, versiones y hasta tamaños.
Y, por supuesto, no todos los equipos tienen la misma calidad. Por eso,
algunos son dejados afuera para facilitar la creación de estas
aplicaciones. No es justo para nadie, la verdad, pero con cinco
versiones diferentes de Android, la última siendo Ice Cream Sandwich, no
podemos no limitar al menos algo de nuestro desarrollo.
Usuarios, desarrolladores, marcas y operadoras son todos víctimas y
victimarios en esta fragmentación. Y esto se nota en los resultados
finales: las ventas de Google Play significan una ganancia mínima para
Google, y los usuarios de Android estadísticamente son los que navegan
por internet menos, aunque sí estan conectados para comunicarse con
amigos y familia y usar redes sociales. En este aspecto, la unidad de
iOS tiene la delantera.
Nunca está de más comparar, pero hay algunas cosas que son
incomparables. En principio, porque el sistema operativo móvil de Apple
está disponible para sus propios dispositivos. Esto quiere decir que,
cada vez que hay una actualización, Apple no tiene que depender de nadie
para poder actualizarlos a todos. Nos lo podemos bajar de iTunes y ya
está, tenemos la última versión. Con Android las cosas son completamente
diferentes, es una experiencia de usuario distinta y, aunque el perfil
de usuario que usa cada uno de estos sistemas operativos varía, no
estamos queriendo hacer una típica batalla Google/Apple. Sino, pensemos
también en BlackBerry.
La verdad es que no podemos darle una solución a esto, y siempre dependerá de muchísimos factores que se desprenden de la “apertura” que tiene Android.
Es solamente natural que sucedan cosas así, por más que fuera ideal
solucionarlas de alguna manera. Recordemos sino la cantidad de distros
que se pueden conseguir en Linux, por ejemplo. Desde Google han
trabajado para que esto pueda en cierta forma “paliarse”, pero
nuevamente requiere ciertos conocimientos técnicos. Veremos qué
novedades traen para Android sus nuevos desarrollos.