Trabajar desde casa es algo bastante común en los
últimos tiempos. Contar con la posibilidad de fijar nuestros horarios y
ser nuestros propios jefes son solo dos de las muchas ventajas de
trabajar de manera independiente.
Al contrario de lo que muchos piensan, trabajar desde casa no es algo
simple. La flexibilidad propia de esta forma de trabajo puede ser un
arma de doble filo, la procrastinación, y en consecuencia, la baja
productividad pueden aparecer en cualquier momento haciéndonos perder
tiempo, dinero y la confianza de nuestros clientes.
Durante los últimos años he alternado el “trabajo normal” -ese que te
obliga a ir a una oficina y cumplir un horario- con el trabajo desde la
comodidad de la casa, y definitivamente este último es el que más
beneficios me ha traído, sin embargo, alcanzar el máximo de
productividad al trabajar desde casa es un proceso complejo, ya que
existe una gran cantidad de “focos de distracción”. La familia, las
mascotas, el televisor, la consola de vídeo juegos, el sofá y un largo
etcétera son buenas excusas para dejar el trabajo a un lado.
Los siguientes consejos están pensados para ayudarte a conseguir un mayor rendimiento mientras trabajas desde casa,
algunos pueden parecer obvios y otros contradictorios, pero lo más
importante es que identifiques los que consideres más útiles y los
adaptes a tu propia rutina.
1. Comienza el día con buen pie
La forma en la que comienzas el día va a marcar de manera
significativa tu estado de ánimo para toda la jornada. Levantarte
temprano y entrar en actividad inmediatamente al despertar tendrá un
mejor efecto sobre tu día que si te quedas “5 minutos más” en la cama
dando vueltas o mirando al techo.
Salir de la cama todos los días a la misma hora,
hacer un poco de ejercicio, darse una ducha, preparar el desayuno o
pasear al perro son buenas formas de comenzar el día activamente, pero
no son las únicas opciones. Encuentra una forma de activarte desde el
mismo momento en que despiertas.
2. Fija objetivos
El primer paso para alcanzar objetivos es tenerlos bien definidos, y en este punto las listas pueden ser tus mejores amigas.
Haz listas para todo, de esta manera es poco probable que se te escape
algo importante y la satisfacción de completar tareas a lo largo del día
te mantendrá enfocado y motivado.
Mi recomendación es mantener 3 listas:
- La primera lista debería tener las tareas más importantes del día, es decir, a las que debes poner mayor esfuerzo y que deberían estar completas al final de la jornada.
- En la segunda lista puedes mantener las tareas que te gustaría completar durante el día, pero no son necesariamente las más importantes, en otras palabras, las que realizarás si tienes tiempo luego de haber acabado con la primera lista,
- Por último, en la tercera lista puedes mantener las cosas menos importantes, pero que deberías completar en algún momento de la semana o del mes, como por ejemplo, el recordatorio de pagar los servicios públicos o la tarjeta de crédito.
Lo ideal es actualizar estas listas diariamente, bien sea al final de la jornada o justo antes de arrancar a trabajar.
Con la infinidad de aplicaciones web y móviles disponibles en la
actualidad resulta muy simple crear y mantener listas, mis favoritas Evernote, Astrid y Wunderlist.
3. Apaga las redes sociales
Si bien mantenerse conectado es algo importante, sobre todo para los freelancers,
las redes sociales pueden convertirse fácilmente en asesinas de
productividad ¿cuántas mañanas has perdido gracias a un enlace que
conseguiste en un tweet?
Existen varias técnicas para gestionar el tiempo de manera efectiva, una de ellas -y mi favorita- es la técnica Pomodoro, que permite alternar entre bloques de trabajo y pequeños descansos con el objetivo de que el tiempo alcance para todo, además de reducir los bloqueos mentales y la fatiga por exceso de trabajo.
La idea es que consigas una rutina que te permita sacar el mayor
provecho de tus horas más productivas, dejando los pequeños descansos
para revisar las redes sociales, enviar un par de mensajes, hacer una
llamada telefónica o responder un email. En los bloques de trabajo olvídate del Twitter, Facebook y cualquier otra distracción.
4. Genera una buena atmósfera de trabajo
El hecho de estar en casa te otorga una oportunidad de oro que no
encuentras como empleado de una oficina y es precisamente la posibilidad
de crear una atmósfera que te haga sentir totalmente cómodo.
Poner tu música favorita al volumen que quieras, trabajar en el
comedor, en la sala o en el jardín son algunas ventajas de trabajar en
casa, de hecho, cambiar “la oficina” de sitio te ayudará a generar
nuevas ideas y a estar despierto.
Si vives acompañado es necesario que tus familiares o compañeros
conozcan tus reglas y horarios, de manera que eviten interrumpirte en
medio de un bloque de trabajo. Si trabajas desde la habitación o tienes
un espacio destinado para la oficina, cerrar la puerta es una buena
opción.
5. Crea un sistema de recompensas
Si te cuesta mucho adaptarte a una técnica de gestión de tiempo
específica, un sistema de recompensas puede resultar útil y ayudarte a
estar motivado.
El sistema de recompensas consistiría básicamente en premiarte por cada tarea finalizada.
Puede ser algo tan simple como darte tiempo para ir a la cocina por una
fruta, despejarte un poco mirando por la ventana y tomando aire puro o
en general cualquier cosa que te haga sentir bien y te motive a
continuar con el trabajo.
Debes tener cuidado con el tiempo que te toma disfrutar de la
recompensa, recuerda que debes volver al trabajo y que cualquier cosa
que tome más tiempo de lo debido puede convertirse rápidamente en un
distracción y no es eso lo que buscas.
6. No olvides a tus amigos
Ya había advertido que algunos consejos pueden parecer
contradictorios, y si aún tienes en mente el número 3, estás a punto de
ver por qué.
Aunque ya hablé de lo importante de desconectarse y apagar las redes
sociales, una de las dificultades que puedes encontrar al trabajar de
forma independiente desde casa es contar una segunda opinión. Los amigos y antiguos compañeros de trabajo son muy importantes.
No dudes en escribirles, mostrarles el trabajo que estás haciendo y
solicitarles su opinión. Trabajar desde casa no significa que se debe
estar aislado del resto del mundo.
Atención, los amigos también son importantes para compartir los
momentos de ocio y los fines de semana donde -se supone- no debería
haber trabajo. Compartir unas cervezas, una buena comida y una charla
sobre algo totalmente alejado del trabajo también te ayudará a salir de
la rutina. No te olvides de tus amigos y la gente que te rodea fuera del
trabajo.
7. Crea un flujo de trabajo y respétalo
Todo proyecto, independientemente de su tamaño, debe seguir una serie
de pasos. Comenzando por una entrevista con el cliente, un
levantamiento y análisis de requerimientos, presentar un presupuesto y
elaborar un contrato.
Es muy fácil conseguirse con clientes que quieren algo “simple”, y
nosotros convencidos de nuestras capacidades podemos aventurarnos a dar
un precio “X” por asegurarnos ese proyecto rápidamente, pero basta con
saltarse un solo paso del proceso para que las posibilidades de que algo
salga mal se disparen.
No permitas bajo ninguna circunstancia que el flujo de trabajo se
altere, además de reducir el margen de error le mostrarás a tu cliente
que eres profesional en lo que haces. Dentro de tu proceso de trabajo
normal, establece fechas claras de entrega y cumple con ellas.
8. No te hagas adicto al trabajo
La mayoría de personas que trabajan desde su casa -aunque bien podría
hablar de la totalidad- aman el trabajo que hacen y lo disfrutan de
manera tal que no existen limites de horario, por lo que volverse adicto
al trabajo resulta muy fácil para algunos.
Que exista una flexibilidad en los horarios no significa que debes trabajar ilimitadamente, debes mantener horarios y respetarlos.
Si decides que tu jornada laboral termina a las 18:00, no te extiendas
más allá de esa hora. Si estás organizado y cumpliendo con tus bloques
de trabajo de manera regular no deberías tener que trabajar extra para
poder completar una tarea. Si se queda una tarea pendiente, esta debería
encabezar la primera lista del día siguiente.
Aprovecha el final de la jornada de trabajo para repasar los
objetivos alcanzados y fijar nuevas metas. Luego de esto, ve al cine,
comparte con tu familia o simplemente relájate en el sillón.
9. Cuida tu salud
Muchos de los que trabajamos de manera independiente y desde casa
podemos pasar muchas horas del día frente al ordenador, totalmente
sumergidos en el trabajo y prestando poca atención a nuestra salud.
Trata de ejercitarte regularmente, hacer algún tipo
de ejercicio no solo ayuda a gozar de buena salud física, también
contribuye a la salud mental. Es importante contar con una silla que
ofrezca un buen soporte a la espalda y que cuente con apoyabrazos, de
esta forma el cuerpo tendrá una posición más cómoda y no se generará
tensión adicional e innecesaria.
Los descansos son necesarios, aléjate del monitor por unos minutos si te encuentras cansado.
10. Entrega lo mejor de ti cada día
Para cerrar, he dejado el que para mi es el más importante de los
consejos de esta lista. Si decides tomar solo uno, espero que sea éste.
El hecho de que no tengas a una persona vestida de traje dándote
ordenes todo el día, no significa que no estás trabajando. Tus clientes
te están pagando y esperan que tu comportamiento sea el de un
profesional. Ser freelancer -a diferencia de lo que muchos piensan- es un trabajo real y tus clientes esperan resultados tangibles.
Asume tu trabajo con responsabilidad, esto no es la escuela donde
podías dejar la tarea a un lado y luego echarle la culpa al perro. Trabaja duro y construye una buena reputación.
Si fallas, no solo perjudicas tu imagen sino que también afectas la
confianza que pueda tener la gente sobre otros trabajadores
independientes.
Si trabajas duro, al final de la jornada puedes sentirte orgulloso de
haberte ganado todo lo que tienes por el simple hecho de hacer las
cosas bien.